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España se ve amenazada

Uno de los mayores problemas a los que se enfrenta nuestro planeta a día de hoy es la desertificación. Es un grave problema medioambiental que compromete la salud y fertilidad de nuestros suelos, y como consecuencia, de la vida.


El principal motivo de desertificación se debe a la explotación insostenible de los recursos naturales, seguido del déficit de lluvias que ha ido en aumento debido a las condiciones del cambio climático.


Según las previsiones actuales, las sequías podrían afectar a tres cuartas partes de la población mundial para 2050. Si no tomamos medidas para frenar la degradación de los suelos y la extinción de la biodiversidad, las consecuencias serán irreversibles.



España es el país europeo más amenazado por la desertificación, cada vez más seco y árido.

En los últimos 20 años, las sequías han aumentado en nuestro país en un 30% y el 20% del territorio español está catalogado como degradado, y no sólo eso, si no que el 75% de nuestros suelos son especialmente vulnerables de serlo.

Las zonas más afectadas son la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana, la Región de Murcia y el sur de la provincia de Almería.


Según la AEMET, Agencia Estatal de Meteorología, nuestros embalses están a un 48% de su capacidad, un 17% menos que el año pasado en estas fechas.


Otro motivo por el que se incrementa el peligro de la desertificación son los incendios, cada vez más comunes y devastadores. Se calcula que cada año calcinan 500 hectáreas de territorio español.



La acción humana es una de las principales amenazas para el medio ambiente, por ello todos los ciudadanos debemos involucrarnos para combatir la desertificación y la sequía.





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